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Una santa decisión

Por: Horacio Serpa Uribe

 

El país tiene nuevo presidente. Ha terminado la campaña electoral y se respira un nuevo aire de reconciliación entre los colombianos.

 

La contundencia de los resultados y la gallardía y generosidad con Antanas Mockus aceptó los resultados han marcado un nuevo clima político.

 

Hay un clima de esperanza en seamos capaces de superar la polarización y fortalecer la democracia y avanzar hacia la paz.

 

Luego de recomponer el rumbo de su campaña, Juan Manuel Santos logró trazar una estrategia victoriosa y transmitirle a la ciudadanía un mensaje de confianza.

 

La nación lo percibió como un estadista preparado para dirigir la nación y como un hombre capaz de afianzar los logros del presidente Uribe y marcarle un nuevo rumbo al país.

 

Acertó al lograr conectar los anhelos de continuismo de la seguridad democrática, la inversión extranjera y la política social con su programa de gobierno. Su publicidad logró una alta penetración y en los debates televisivos se lució.

 

La victoria fue contundente y por eso ya nadie quiere hablar de los agravios del pasado. La mirada esta puesta en el futuro.

 

El propio Santos ha dicho que no reconoce enemigos y que cualquier herida que causada en la contienda ha sido cerrada definitivamente.

 

Un buen mensaje para una nación que necesita reencontrarse con un lenguaje reconciliador.

 

Hay que reconocer que Mockus y Fajardo cumplieron un papel histórico y que la votación obtenida es un triunfo para un partido nacido hace apenas dos meses, fundado junto con Lucho Garzón y Enrique Peñalosa.

 

Hoy tienen un partido, que aglutina a la juventud y a la clase media, y ha generado una nueva dinámica política en las redes sociales.

 

Una organización que tiene un inmenso futuro por delante y que ha optado por la independencia deliberativa y no la oposición a ultranza.

 

Los verdes tienen ahora el reto de construir partido y demostrar que nacieron para permanecer y lograr nuevos triunfos. Las elecciones de gobernadores, alcaldes, concejales y diputados lo esperan con su renovada forma de hacer política.

 

Son muchos los retos que le esperan a Santos. Lograr la integración latinoamericana, superando los problemas con los vecinos parece la primera.

 

Los presidentes de Ecuador y Venezuela ya felicitaron al mandatario electo. Las cosas comienzan a cambiar.

 

El 7 de agosto, de seguro, estarán en Bogotá dándole inicio a un nuevo capítulo en las relaciones bilaterales.

 

Pero la gran tarea es la generación de empleo, que necesita iniciativas creativas y una gran audacia política.

 

Millones de desempleados esperan que un santo se les aparezca y les permita un mejor mañana. Y esta el tema de la paz y los derechos humanos.

 

Para eso está el vicepresidente Angelino Garzón, a quien el país observa con atención pues tendrá sobre sus hombros, además, la responsabilidad de los temas sociales.

 

Y quedan las reformas económicas, políticas y agrarias. Tres pilares de una Colombia nueva que reclama un presidente con alma liberal.

 

Felicitaciones al presidente electo, en Santander lo estaremos esperando.

 

Bucaramanga, 23 de junio, 2010

 

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