Por: Alfredo Benavides Castillejo.
Creo , en Colombia se está viviendo una lucha frentera respecto al pragmatismo vs la ideología, esto porque la filosofía como arte de pensar y el hacer como resultado de lo concreto están ahora en manos del escenario político, por muchos años nuestro país se enfrasco en luchas partidistas, que dividieron hasta a las familias, generando la maldita violencia que no acaba de terminar, también la lucha de clases entre ricos y pobres es una realidad palpable incluso en las urbes citadinas, la cual se percibe con especial ahincó en las épocas de elecciones, de igual forma el afán ideológico de separar los discernimientos sociales o modos de vida entre líneas invisible o asuntos etéreos llamados disque izquierda y derecha, si pensáramos como niños esa estúpida demarcación humana no existiría, si pienso en la pobreza soy de izquierda pero si lo hago en la seguridad soy de derecha, con cual de la dos manos usted come o escribe o es que ambas apoyan su cerebro para pensar. En lo anterior están metiendo a nuestro a País, separando hermanos, matando el desarrollo.
Por actividades laborales he tenido la oportunidad de interrelacionar con Hindúes, españoles, Chinos, Coreanos, Brasileños, Venezolanos, Ecuatorianos, Panameños, Mexicanos, Guatemaltecos, Alemanes, Italianos y otros, en común todos absolutamente todos no entienden… uno; como convivimos con la guerra más larga de la historia de la humanidad, ni siquiera la segunda guerra mundial duro tanto, la paz se firma y ya , el otro se rinde o negocia o se retira o sufre las consecuencias, así lo hizo Alemania, y Japón , igual Irak, Argentina y el mismísimo Estados Unidos con Vietnam. Y dos; no se explican porque todo lo complicamos; los procesos industriales, los jurídicos, en Colombia un proceso abreviado de rendición de cuentas lleva 14 años de litigio, es record güines mundial, igual acontece con los procesos de desarrollo, la planeación se camufla con el tecnicismo de una supuesta búsqueda de perfección para al final confundir con la intención de justificación de la mediocridad, recuerden como los Chinos hacían un lápiz “mongol” que cada vez que le sacábamos punta se partía y no duraba más de un día , y hoy en día abastecen al mundo de colores y otros, ni hablar del mundo publico en donde válgame Dios para que un proceso resulte el sagrado corazón de Jesús debe intermediar, nadie quiere ceder en Colombia, ni siquiera dentro de los grupos familiares, entonces el tema de si se es pragmático o filosófico salta a la palestra, ahora más en la contienda política,…¿qué sirve más para el País? el pragmatismo a semejanza del ex presidente Fernando Collor de Mello del Brasil cuando diseño toda la política de productividad , competitividad y calidad que tiene a Brasil dentro de las cinco potencias mundiales , no obstante haber renunciado a los dos años por supuestos problemas de corrupción o la filosofía de soñadores ex premios de paz que como gobernantes no han resultados exitosos, dejar de ejecutar paga, sino pasas por el barrio y partes un vidrio con la pelota o no enamoras a la más bella de la cuadra no te recordaran decía mi abuela, si estas dentro de 10 personas y cinco te apoyan dale para adelante me repite mi Padre, entonces que es mejor… filosofar , no arriesgarse , rezar diariamente el famoso dicho francés “ laissez faire, laissez passe“ que traduce “dejar hacer dejar pasar” o buscar la identidad pragmática de la verdadera esencia del colombiano no el de las rosas o girasoles sino el de los trabajadores de construcción o más conocidos popularmente como “Rusos”, (obsérvenlos un día de estos…) ellos cuando tienen un descanso no se sientan a almorzar o hacer siestas como todos en el planeta tierra, no señor ¡ellos juegan banquitas!, en esa expresión está la clave de la identidad no en la introspectiva copiada de los europeos mediterráneos o de lo anglosajones nórdicos, ahora que no se divida el país en falsa identidad filosófica vs el pragmatismo porque entonces me demoro 8 años pensando cómo le enseño a comer a los niños mientras estos como sea buscaran la comida.