Por: Heyner Mancera R.
Ya se ven las camionetas de cazadores furtivos llegando a la ciudad para atrapar los votos de incautos o de aquellos que esperan la famosa “tula”. La idea de barranqueño vota barranqueño no me disgusta pero me preocupa si pensamos que de esta forma estamos cerrando la puerta de coterráneos en otras ciudades. Es decir, si aplicamos esa regla lo más probable es que cuando algún candidato barranqueño salga de campaña a conseguir votos para el senado, por ejemplo, les dirán también “bumangés vota bumangés” o “cantagallero vota cantagallero” ó wilchense vota wilchense ó paisa vota paisa.
Esa actitud se remonta al siglo XIX cuando el señor James Monroe presidente de los Estados Unidos anunció en 1824 “América para los Americanos” como una medida para impedir la intromisión de Europa en asuntos internos como Justicia, Comunicaciones y comercio, entre otros; A esta expresión se le conoció como la doctrina Monroe.
De esta doctrina se puede pasar fácilmente y sin notarlo al Chauvinismo. Concepto que procede del soldado francés Nicolas Chauvin famoso por la exagerada manifestación de sus sentimientos patrióticos. El asunto radica en que este nacionalismo – regionalismo sobredimensionado puede que sea reivindicativo pero al tiempo se puede volver excluyente y de aquí a la paranoia que convierte a los activistas de estas causas en Xenofóbicos y rechazan todo lo que este por fuera de sus límites regionales y culturales.
En las campañas políticas se mueven muchas emociones pero también razones para captar la atención de los electores. Votar simplemente porque es de la ciudad (100%) no es argumento suficiente sino que deben existir además de elementos comunes, propuestas alcanzables que den profundidad a la contienda. No es democráticamente civilizado descalificar a algún candidato solo porque llegó a pescar votos de Bucaramanga ó Bogotá, por lo tanto nuestros candidatos deben demostrar que se tiene la absoluta capacidad y convicción para estar a la altura y saberse capaz de sostener debates que ilustren a la ciudadanía.
En ese escenario las propuestas que los barranqueños debemos apoyar son las locales pero acompañadas de agendas legislativas relacionadas con desarrollo regional, articulado al nacional, inversión para el rio, vías de interconexión, gestión de los proyectos logísticos e industriales, promoción de inversión privada, apoyo al Distrito Minero energético, mega proyectos de vivienda, etc.
Los cazadores furtivos no les interesa mucho la idea de que Barrancabermeja se fortalezca Económica, Social y Políticamente pero a nosotros nos interesa insertarnos en la política nacional porque conocemos de nuestros potenciales, nuestras capacidades, nuestras oportunidades, nuestras necesidades, nuestro valor y toda esa lucha la podremos llevar a los círculos naciones pero con inteligencia, sentimiento y argumentos propios.