Desde hace días vengo siguiendo con detenimiento y expectativa los innumerables correos de diversos dirigentes y personajes que hablan de lo que es una necesidad innegable para la ciudad, y es la de tener representación política en el congreso de la republica, al respecto y luego de analizar y sopesar las diferentes opiniones, me queda claro que hay cada vez un mayor consenso para sacar adelante la iniciativa de una representación regional parida en nuestras tierras.
La constitución consagro que el congreso tuviese dos cámaras legislativas, una que asegurara la representación regional que se dar por la participación, en la cámara de representantes, y por otro lado una circunscripción nacional que representa al senado de la republica, estando como estamos lo más lógico es que se luche paso a paso por tener representación política en el congreso y lo más normal es que se comience por lograr una curul en La cámara de representantes.
Desgraciadamente los actuales partidos y sus dirigentes están comprometidos con contadas excepciones desde ya en causas foráneas, no logran concentrar a muchos de los dirigentes que si no ven otras alternativas terminaran como siempre engrosando las listas de partidos sin ninguna posibilidad o en otros casos peores sirviendo de mercenarios a intereses políticos encarnados en personajes de afuera.
Esta causa regional valida, merece por lo tanto un esfuerzo mancomunado de todos los sectores sociales, académicos, políticos, gremiales y de la comunidad en general, y en ella deberán poder entrar todos los dirigentes que de una u otra forma, sienten con desesperanza que sus partidos han comprometido ya su participación sin contar con las bases, esta expresión democrática solo podrá ser válida a los ojos de la ciudadanía, si se hace desde la recolección de firmas, de tal manera que más que una disidencia de los partidos sea una confluencia de sectores independientes que se juegan por lograr recuperar los espacios de representación política, que esta aguerrida ciudad se merece y necesita en estos momentos de crecimiento y prosperidad.
Seguramente si algo así se logra muchos tomaran con entusiasmo este camino, como forma de rechazo a las anacrónicas estructuras partidistas donde se le cierran las puertas a las expresiones nuevas y jóvenes de la política, y donde se atornillan viejas y decadentes figuras que se resisten a tomar el lugar que los electores con sus votos le vienen señalando .
Esta expresión democrática, cívica y popular respaldada por firmas, seguramente recogería con entusiasmo a cientos de dirigentes y ciudadanos, entre ellos a muchos liberales independientes, que no comulgan con lo que pasa en el partido, así como conservadores, personas de otros partidos y ciudadanos en general.
Debemos estar expectantes a esta iniciativa que podría ser un ejemplo de unidad por y para la ciudad, y que nos devolvería parte de los espacios perdidos en el escenario político nacional.