¿Existe realmente Santa Claus?

Recuerdo haber atravesado la ciudad en mi bicicleta para visitar a la abuela el día que mi hermano lanzó la bomba: «No hay Santa Claus», se burló. «¡Incluso los tontos lo saben!»
Recuerdo haber atravesado la ciudad en mi bicicleta para visitar a la abuela el día que mi hermano lanzó la bomba: «No hay Santa Claus», se burló. «¡Incluso los tontos lo saben!»
Tres meses antes de caer en cama por sus malestares de salud, me encontré en el Centro Comercial Cañaveral de Floridablanca con Julio Mejía López, mi amigo, mi colega de muchas faenas de trabajo en el periodismo y en la radio de Barrancabermeja.
Ahora que el noble ejercicio de la política se ha envilecido tanto con prácticas engañosas, rufianescas o clientelistas -desde las toldas de Trump hasta las de Álvaro Uribe, pasando por un César Gaviria que vende su partido por un plato de lentejas- cae como bálsamo refrescante la serie Borgen, de Netflix, pues nos permite soñar esperanzados en que puede haber políticos empeñados en hacer de este un mejor mundo, o al menos en hacer lo correcto. (Ver Borgen).
La muerte parece que estuviera ensañada con los artistas vallenatos con una pavorosa coincidencia.
El senador Iván Marulanda, quien emula por la nominación a candidato presidencial por el Partido Verde, es un verdadero activo de la política, con experiencia en el ejecutivo y en el legislativo por muchos años, además fue actor principal en la Asamblea Nacional Constituyente de 1991.
Como les sucede a quienes relatan los cuentos de El Decamerón, he estado aislado en las afueras de una ciudad. A unos pasos de mi casa, situada en lo alto de una loma de Envigado, se puede ver la extensión de Medellín y los municipios limítrofes.
Las zonas que configuran el área de influencia (A.I) de los proyectos 5-G en Santander se caracterizan por su lejanía de los centros urbanos, la mayoría son comunidades empobrecidas con el paso del tiempo y con una sensación de la ausencia del Estado que se refleja en sus carencias de servicios públicos, educación, salud, recreación y vías de comunicación; también la inexistencia de una economía formal y el abandono a su propia suerte frente a los grupos al margen de la ley, de un bando u otro; además el aumento del comercio ilegal y el surgimiento de bandas delincuenciales y muchos factores que, día a día, atizan más la pobreza.
En estos días todos se preguntan qué pasa por la cabeza del presidente Donald Trump, hasta dónde va a llegar.