Por: Jaime Calderón Herrera
En Colombia y solo en Colombia, la salud es un derecho fundamental y eso está muy bien, pero es necesario decir que la salud de cada uno de nosotros también es un deber fundamental.
Generalizando, pudiera decir que tenemos conciencia de los hábitos que enferman, esto es, que el exceso de harinas, grasas y proteínas en nuestra dieta, la falta de actividad física, fumar, la toma excesiva de bebidas azucaradas, el rencor y otras cosas más, afectan nuestra salud.
Pero somos indulgentes con nosotros mismos y resolvemos la contradicción entre buscar nuestra salud y ceder a los placeres de la gula y la pereza sobrestimando los efectos de la medicina y de los medicamentos, sin comprender que ellos llevan implícito el efecto de la Iatrogenia, que es la reacción adversa que puede llegar a producir una discapacidad grave o la muerte como consecuencia de la prescripción de un medicamento o de un procedimiento médico.
Dicen que los medicamentos pueden curar a los enfermos, pero enferman a los sanos. En un estudio de 2001, “Death by medicine”, en una población estadounidense entonces estimada en 278 millones de personas, se detectaron 106.000 reacciones adversas a medicamentos en el ámbito hospitalario y 199.000 en el extra hospitalario.
Nuevos estudios han confirmado que el problema ha aumentado.
¿Cuántas personas mueren en Colombia por mala prescripción de medicamentos, muchas de ellas hechas de manera irresponsable por familiares, vecinos o amigos? No lo sabemos, como tampoco sabemos cuántas son atribuibles a error médico.
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La resistencia bacteriana que hoy amenaza con destruir media humanidad, es consecuencia directa del abuso con los antibióticos.
Contamos con una herramienta muy útil: “www.medicamentosaunclic.gov.co”, que como su nombre sugiere, con solo entrar en la página de internet hay información para personas legas en medicina y en forma paralela para los médicos, de modo que todos podamos consultar de manera apropiada las indicaciones, riesgos interacciones de los medicamentos, si deben ser ingeridos con alimentos o con estómago vacío, etc.
Tomar medicamentos es riesgoso y a veces indispensable para la vida. No los tomemos a la ligera.
