Inicio Benito Guerra Gestiones perversas

Gestiones perversas

Gestiones perversas - Por: Rosberg Perilla Pérez
Rosberg Perilla P

Por: Rosberg Perilla Pérez

 

El tiempo ayuda a descubrir todo: las mentiras más ocultas, las razones más ciertas y las personas más falsas.

 

Que un joven político —que pretende lucir como «independiente»—  abandone a su candidato al Senado, a 45 días de las elecciones, en una democracia como la colombiana, después de haber caminado dos años juntos con ese aspirante al Senado prometiendo dizque «renovar las costumbres políticas de la región”, no deja de ser un hecho sorprendente.

 

Más sorprendente aun cuando a todas luces ese candidato al senado (me refiero al que fue abandonado), por el contrario, luce en Santander como una de las mayores fuerzas electorales de la región, con un mensaje renovador que —al parecer— ha calado muy bien dentro de las nuevas generaciones de santandereanos, hoy en día tan defraudados de la política tradicional.   Repito, no entiendo ¿por qué lo abandonó faltando 45 días para las elecciones al Congreso?

 

Pero como dice el refrán, “doctores tiene la santa madre Iglesia” las cosas cambian y como diría un buen politiquero “la política es dinámica”.     Así que —sin más ni más—  de la noche a la mañana, adiós al amigo.

 

Ahora la prioridad «NO es renovar las costumbres políticas» sino «tener contactos en Bogotá para gestionar cosas», (nadie sabe qué cosas, pero ahora dizque «hay que gestionar»).

 

La «excusa» puede ser cualquiera, lo importante es salirse con la suya:    «solo les pido que nos crean, que no le paren bolas a lo que dicen de nosotros, ellos solo son enemigos del cambio y de la ‘renovación’ que nosotros estamos imponiendo… yo voy a sacar los corruptos de Barranca y ese es el miedo que me tienen».   Así con estas frases de cajón justifica él ‘su cambiazo’.

 

Quizás muchos de mis lectores no comprenden —a ciencia cierta— a que se refieren cuando hablan de «gestiones».   A continuación, les voy a dar un ejemplo de cómo funcionan esas «gestiones».

 

Por un lado, aparece el político local, que dice manejar miles de votos en Barrancabermeja (digamos unos 5.000 que promete «ponerle» a un senador).

 

Entonces se busca un senador fuerte de un partido como la U (por ejemplo) y gestiona por debajo, con ese senador, un cargo muy importante en Cormagdalena, nombramiento que le asegura contratar con empresas fachadas de su familia (mamá y hermanos) por más de $ 5.000 millones por año y manejar una buena cuota de OPS en esa entidad para hacer su propia clientela burocrática, «independiente» así como él.

 

Ese mismo político local (líder de la «renovación política» y de «las nuevas formas de hacer política») a su vez, se busca otro senador diferente, digamos también de la U, por dar un ejemplo y gestiona con ese otro senador unos recursos para su movimiento político «independiente» por $ 700 millones, de los cuales recibe $ 200 millones de anticipo y los $ 500 millones restantes al finalizar el proceso.

 

Así las cosas, esta joven promesa «gestionó hábilmente los mismos votos con dos candidatos diferentes» para al final hacer ‘carambola’ y quedarse con el cargo, los $ 700 millones y mejor aún, el aval de su partido, pensando en su aspiración a la alcaldía.

 

Mediante este ejemplo simbólico, busco explicar cómo entiende la gestión «el joven renovador» que inunda las redes sociales con mensajes de «cambio» y «lucha contra la corrupción» pero que a la hora de la verdad nos trae a Barrancabermeja, lo peor que se puede usted imaginar de lo más «granado de la politiquería costeña y del país», con el cuento dizque le ayudará a ser «gestión».

 

Volviendo al ejemplo de las «gestiones», al final lo más probable es que se le queme el pan en la puerta del horno, se pierda el nombramiento en Cormagdalena y más de un incauto seguidor caiga en cuenta de la clase de víbora que se engendra en esta historia que —aunque como ejemplo— solo busca ilustrar sobre lo que sucede en la vida real.

 

Políticos dizque «renovadores” que critican a la vieja clase política, pero son peores.   No ven la política como un negocio, sino como dos o tres negocios, mediante alianzas estratégicas en términos “nobles y legales” con la carroña más corrupta y detestable de la parapolítica costeña.

 

LA ÑAPA: Los mentirosos nunca cambian, solo mejoran su estrategia.

 

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx

 

ROSBERG PERILLA PÉREZ es un habitual columnista de BARRANCABERMEJA VIRTUAL.  Puede ser contactado en el correo electrónico:  [email protected]

 

Este artículo también lo puede leer en BVirtual “la nueva forma de escuchar radio” – para instalar la aplicación: Para Androide – dar click aquí  – Para Iphone – dar click aquí

 

 

Le puede interesar: Los audios que comprometen a Ciro Fernández

 

Le puede interesar también: Colombia el segundo país más feliz del mundo

 

Le puede interesar también: Un llamado a la sensatez

 

Le puede interesar también: Hace 70 años

 

Le puede interesar también: Cómo anular a una persona

 

Para leer más noticias de Barrancabermeja y el Magdalena Medio pueden dar click aquí

Comments

comments