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Petro o el arquitecto Vélez: ¿quién miente?

Petro o el arquitecto Vélez: ¿quién miente?Por: Jorge Gómez Pinilla

 

No se puede negar la contundencia del tramacazo que recibió Gustavo Petro en su prestigio cuando, en medio del debate parlamentario convocado por la oposición contra el fiscal Néstor Humberto Martínez, la senadora Paloma Valencia exhibió un video donde aparece el excandidato presidencial recibiendo unos fajos de billetes por la cantidad que allí se menciona, $20 millones.

 

Coincido con quienes creen que lo tenían celosamente guardado como “bomba atómica” que esperaban hacer explotar en caso de que las fuerzas de Fajardo y Humberto de la Calle se hubiesen unido a Petro y este hubiera conquistado la Presidencia, en lugar de Iván Duque. Habría sido un golpe demoledor para la coalición de centroizquierda que estuviera en el poder, sin duda.

 

Pero vieron que su aliado el fiscal NHM se hundía, y decidieron lanzarle el salvavidas. Y funcionó a la perfección, en patética prueba reina de la impresionante habilidad del uribismo para voltear la torta a su favor de la noche a la mañana. El día anterior todas las luces acusadoras apuntaban al fiscal, quien tambaleaba, pero después del video de la Paloma retrechera Martínez Neira pasó a tercer plano y Petro quedó sentado en el banquillo de los acusados, con potentes reflectores sobre su rostro.

 

Uno de esos reflectores lo aportó Semana en su portada del domingo siguiente con “El Petrovideo”. Y para “equilibrar” las cargas incluyeron un artículo titulado “El feroz debate del fiscal”, donde dijeron que “Martínez definitivamente sorprendió (…) por su tono de abogado litigante, que salió a flote en una dimensión que no se le había visto”.

 

Sea como fuere, a Semana hay que reconocerle allí dos verdades. En el artículo de portada, cuando dice: “Parece evidente que alguien, Petro o (el arquitecto Simón) Vélez, está mintiendo”. Y en lo del fiscal se permite dudar de una supuesta conspiración contra él, y pone el dedo en la llaga cuando pregunta: “¿Cuál es la realidad de esa ‘conspiración’? Todo se limita a los evidentes conflictos de interés que Néstor Humberto Martínez ha tenido desde que llegó al cargo”. (Ver artículo).

 

Simón Vélez, conocido por el uso de la guadua y quien se define a sí mismo como “un anarquista de derecha”, sacó un breve comunicado donde afirmó que “yo no le he hecho ningún préstamo a nadie y menos a Gustavo Petro”. Pero la misma Semana se encarga de recordarle una crónica de 2016 publicada por la revista Gatopardo, en la que aseguró haber recaudado aportes para varias campañas, entre ellas la de Petro y la de Germán Vargas Lleras, y que “guarda los jugosos recaudos en tarros de la cocina”. (Ver artículo).

 

En sus declaraciones Petro ha eximido de toda responsabilidad a su interlocutor en la escena, Juan Carlos Montes, en cuanto a que hubiera podido ser quién filtró el video. En él sigue depositando su confianza, igual que en la hija de este, Zolima Montes, quien le dijo a CM& que “Simón Vélez sí le daba plata a Gustavo Petro a través de mi papá”, y que entre ellos dos “existe una relación de muchos, muchos, muchos años”.

 

Unos días después Zolima debió abandonar el país bajo amenazas, y antes de partir le dijo a la periodista Paola Rojas de Noticias Uno algo que pone a pensar en cómo pudo haber llegado el video a manos de Paloma Valencia: “Lo que pasa es que mi papá es una persona bastante psico rígida. Entonces mi papá guarda muchos documentos y muchas cosas, para su archivo personal. Yo creo que el video se hizo y se guardó, como para tener constancia de que esos aportes sí se entregaban”.

 

Conozco versiones de personas cercanas a Petro —más de una— que dicen que durante todos estos años permaneció una copia del video en poder de Juan Carlos Montes, y otra en poder de Simón Vélez.

 

Noticias Uno ofreció un perfil del arquitecto, de quien menciona que “en los años 80 se inició construyéndoles caballerizas a los mafiosos de la época, y fue contratado por Carlos Lehder y por la familia Ochoa Vásquez”. Más adelante cuenta que tiene una casa en el barrio La Candelaria de Bogotá, donde recibe sobre todo a políticos de derecha y “se le conoce como un vecino difícil”. Pero la intriga se despierta es cuando el noticiero revela un dato muy comentado entre los amigos de Vélez, referente a “su antigua y estrecha cercanía con la familia de Paloma Valencia, especialmente con su mamá, la señora Dorotea Laserna, a quien conoció desde la época de la universidad”.

 

Esto quizás ayudaría a entender cómo llegó el agua al molino donde anidan las garzas al abrigo de la caña, pero sobre todo sirve para aterrizar en el escenario que nos quieren ocultar con el montaje del “Petrovideo”. Según el abogado y jurista Ramiro Bejarano, “independiente de que Petro sea o no culpable (…) está andando un complot gigantesco para poner a salvo a un fiscal atrapado, al precio que sea y contra todo aquel que se atreva”. (Ver columna).

 

El nombramiento de un fiscal ad hoc es contentillo para la galería, pues quien resulte elegido de la terna (uribista, por supuesto) solo se encargará de tres casos y deberá contar con el mismo equipo de investigadores que depende del fiscal general. Vaya bufonada. Ahí misteriosamente los más importantes medios de comunicación evitaron siquiera musitar o sugerir la renuncia del fiscal, que habría sido lo ética y jurídicamente conducente.

 

O como dijo el Groucho Marx colombiano, Adolfo Zableh, en preocupante advertencia: #Olvídense de que el fiscal va a renunciar, mucho menos de que va a pagar ante la justicia en caso de que haya cometido un delito. Tiene la bendición del establecimiento y el silencio de la prensa masiva”.

 

 

DE REMATE: Yo le creo a Petro, nunca he visto que haya hecho algo incorrecto o ilegal, exceptuando su militancia en el M-19. Pero cuando respondió a las acusaciones por la plata que recibió, le faltó contar con un asesor para momentos de crisis. Ese farragoso video de 40 minutos debió ser editado, recogiendo las siete u ocho explicaciones puntuales que resuelven toda duda. Además, se le vio golpeado, inseguro, sin liderazgo. ¿Cuándo aprenderá la izquierda a comunicar…? En eso la derecha le lleva años luz de ventaja.

 

 

Artículo de opinión tomado de El Espectador.com

 

 

En Twitter: @Jorgomezpinilla

http://jorgegomezpinilla.blogspot.com

 

 

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