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Las 5 razones por qué ganó la abstención en Barrancabermeja

Las 5 razones por qué ganó la abstención en BarrancabermejaPor: José Eduardo Bolaños Celis

 

Con un estimado de abstención votante de casi el 90% —el cual puede leerse como un NO de los electores a la propuesta de  revocatoria del mandato del actual mandatario municipal, Darío Echeverri Serrano—  liderada por la ex parlamentaria Yidis Molina y apoyada por sectores políticos diversos entre los que se destacaban el del  ex alcalde Elkin David Bueno Altahona, el representante a la Cámara Ciro Fernández, los ex concejales, Sabex Mancera, Luz Ena Cortés, Erwin Jiménez y Rogelio Scarpetta y el de los concejales en ejercicio: Leonardo Gonzalez, Luís Arismendi, Hobber Torres, Paul Solórzano, Henry Correa, Elaine Jiménez, Yesenia Villamizar y Jorge Carrero,    estas serían las 5 razones que explicarían por qué Darío Echeverri  fue refrendado por el pueblo en el mandato ciudadano que ya le había otorgado en octubre del 2015 como Alcalde municipal para regir los destinos de la ciudad en el periodo 2016-2019.

 

He aquí 5 razones básicas que explicarían el por qué de tan baja la votación en los comicios celebrados este 2 de julio en Barrancabermeja

 

EL PAPEL SOBRE DIMENSIONADO DE LA EX PARLAMENTARIA YIDIS MEDINA EN EL PROCESO REVOCATORIO:

 

Si bien hay que reconocer que Yidis aún desde la misma negatividad que ella arrastra con motivo de su pasado político en la esfera nacional, pudo sobreponerse a ello, y de cierta forma, aprovecharse de esa misma notoriedad para hacer de la revocatoria del alcalde un tema ciudadano, el proceso como tal no podía descansar de manera ‘tan notoria’ en su figura.   El papel de Yidis Medina, su peso mediático era verdaderamente ‘aplastante’ con respecto a todos los demás actores que le acompañaron en el proceso. Desde esta perspectiva, la causa de la moralidad, «por la defensa de la dignidad ciudadana», esgrimidas como bandera de opinión pública para movilizar al votante, jamás logró plantarse en la conciencia de los barranqueños.

 

 

EL GOBIERNO DE DARÍO ECHEVERRI FUE MÁS HÁBIL EN CONCENTRAR SOBRE SU CAUSA A LA SOCIEDAD INSTITUCIONAL Y DEJARLE A LOS REVOCADORES EL ESFUERZO DE CONVICCIÓN SOBRE LOS CIUDADANOS:

 

Con la marcha del 17 de mayo, Darío demostró que tenia de su lado a la sociedad civil organizada. La masiva concurrencia a la marcha del 17 de mayo en favor del PMRB demostró que los vasos comunicantes ‘gobierno-institucionalidad’ estaban muy bien aceitados, por ello tan solo les quedaba a los revocadores recurrir entonces al esfuerzo de convencer a los pobladores, uno a uno, y eso implicaba un esfuerzo de cobertura muy demandante que requería de la presencia de muchos líderes —la mayoría pagos— para poder realizarlo en tan corto tiempo.

 

El abucheo a Horacio Serpa y el aplauso al alcalde se convirtió en un símbolo que muy pocos leyeron, pero que mostraba a las claras, para tranquilidad del alcalde, que en la mesa de las negociaciones el poder institucional y gremial estaba de su lado.  El alcalde había  conseguido su primer gran triunfo: presentar la marcha por la NO chatarrización de la refinería como un evento eminentemente ciudadano y no político, como quisieron venderlo sus antagonistas contradictores.

 

De esta forma, ni las redes sociales fueron suficientes, los líderes de barrio no aparecieron y sencillamente la gente al final no salió a votar la revocatoria.

 

Al final, la temporada de lluvias,  con las tragedias y dificultades asociadas a ella, le permitió al mandatario, sobre las últimas semanas, volcarse con sobradas razones sobre los sectores populares. Así,  mientras el alcalde brindaba día a día asistencia humanitaria, arreglaba escenarios y carreteras aquí y allá;  los revocadores se limitaban a brindar ‘memes’ en las redes a sus electores.

 

 

LA FALLIDA ESTRATEGIA DE LOS REVOCADORES DE HACER DEL ALCALDE EL CAUSANTE DE TODOS LOS MALES QUE PADECE LA CIUDAD:

 

Esta estrategia —la de los revocadores— perdió frente a la estrategia comunicacional del gobierno de recordarle al pueblo a las figuras icónicas de la revocatoria (Elkin Bueno, Yidis, Erwin Jiménez, Ciro Fernández, Luz Ena Cortés) las cuales, al igual que su estrategia del año 2015, volvió y los asoció y responsabilizó con los temas de corrupción y con las dificultades presupuestales y financieras por las que atraviesa la ciudad.

 

La posibilidad plural de que varios de éstos  ‘regresarán al poder municipal’   tuvo más efecto en los ciudadanos que la idea de concentrar la actual tragedia económica del municipio en ‘cabeza exclusiva’ del actual mandatario Darío Echeverri Serrano.

 

 

NO SE DIÓ EL SALTO POLÍTICO QUE PASARA DE CONCETRAR LA ATENCIÓN CIUDADANA SOBRE LOS ORGANIZADORES DE LA REVOCATORIA A LOS CANDIDATOS QUE REEMPLAZARÍAN AL ACTUAL ALCALDE: 

 

El salto que debía darse en la recta final del proceso, pasando el protagonismo de los promotores de la revocatoria —Yidis Medina, Jairo Bonza, Pablo Arteaga, Rogelio Scarpetta etc— a unas figuras tales como Jonathan, Liliana Botero u otro cualquiera,  y que los votantes anti gobierno pudieran asumir como ‘alternativas’ a sucederle como alcalde, nunca se dio.

 

Los revocadores terminaron finalmente conformando una ‘colcha de retazos ideológicos’ cuyos máximos representantes no pudieron asumir un liderazgo convergente, ni mucho menos ocultar los verdaderos ‘intereses’ que les movían a pertenecer al movimiento revocador.

 

La estrategia comunicacional del gobierno fue muy superior, tanto en desdibujar a los potenciales candidatos como en divulgar —cierto o no— los intereses que tenía cada figura nueva que se adscribía al proceso revocatorio.

 

De esta forma, desde las huestes revocadoras, al ciudadano se le planteó el cambiar al alcalde pero nunca se le dijo ‘por quién’. La contraparte aprovechó este descuido y le formuló como alternativa a la ciudadanía  la figura de Yidis Medina.

 

 

LA GUERRA ENTRE LA ARMONÍA Y LA CONFUSIÓN CIUDADANA. ¿A QUIÉN LE CONVENÍA?

 

En la lucha mediática por acaparar la atención ciudadana, el grupo promotor de la revocatoria confundió su estrategia y terminó haciendo precisamente lo que menos les convenía.

 

El ruido publicitario, la guerra de la desinformación, la creación de un estado de inquietud e incertidumbre sobre la validez o posibilidad real de que se finiquitara el proceso mediante la jornada electoral era un problema que los revocadores debían evitar a toda costa.  Para el gobierno, el resultado final, en términos de votos, no dependía de su esfuerzo propio.  El movilizar  a la gente fue una responsabilidad que se le trasladó completamente a los revocadores.

 

Por lo tanto, a los que más les interesaba contar con una ciudad tranquila y con disposición de sus ciudadanos a  votar era a las huestes de la ex parlamentaria Yidis Medina y sus colaboradores.   Pero éstos hicieron todo lo contrario.  Sus caravanas erráticas y desorganizadas por toda la ciudad, las peleas callejeras con sus contradictores —en las que se vieron envueltos— propiciaron un estado de inquietud en la ciudadanía, y con ello abrieron —de par en par— la puerta del miedo entre sus potenciales votantes.

 

Al final, los pobladores votantes —cansados de un proceso que amagaba en degenerar en violencia ciudadana, signado por la monotonía, la ausencia de elementos publicitarios creativos y la confusión caótica de información— terminaron por convencerse, (tal como le propuso el gobierno municipal), que lo mejor era quedarse tranquilamente en casa.    Eso efectivamente hicieron.  Ganó rotundamente la abstención  y  el  alcalde se quedará hasta que termine su periodo renovado en su poder político, el cual ya no solo es legal sino también absolutamente legítimo.

 

Con un triunfo tan rotundo el alcalde Darío Echeverri Serrano bien puede ahora reclamarse como líder natural administrativo  y político de Barrancabermeja, además como el único alcalde que en esta ciudad se ha ganado la alcaldía en segunda vuelta y que si bien  la primera vez obtuvo un triunfo apenas legal de  32.000 votos, un año y medio después, 150.000 ciudadanos —que no votaron— no solo refrendaron su mandato sino que ahora lo revistieron de una legitimidad incuestionable.

 

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JOSÉ EDUARDO BOLAÑOS CELIS, Magister en Filosofía Política, Analista Político de temas relacionados con el Municipio de Barrancabermeja.

 

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