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Si no hay PMRB… ¿será el fin de nuestra refinería?

Jairo Andres AmayaPor: Jairo Andrés Amaya García

 

La marcha convocada para el próximo 17 de mayo en defensa del Proyecto de Modernización de la Refinería de Barrancabermeja (PMRB) tiene algunos detractores que afirman que este movimiento popular no es más que una ‘cortina de humo’.  Pero, ¿qué tan cierto es esta afirmación?   Indaguemos algo sobre el asunto.

 

El PMRB es un proyecto pensado, estudiado y planificado por Ecopetrol para buscar la conversión de la Refinería de Barrancabermeja.   Se planteó el proyecto a mediados de los años 2006  y  2007.

 

Nuestra refinería es un complejo de mediana conversión diseñado para el tratamiento de crudos livianos.    El hallazgo de reservas de crudos pesados en el país obligó a pensar en  la necesidad de que las 2 refinerías existentes en el país  —la de Cartagena y  Barrancabermeja— pasarán a ser de alta conversión.

 

Hábilmente, en esos años, el peso político de la costa colombiana hizo que se empezará la modernización de la refinería de Cartagena, la cual solo refinada 50 mil barriles día y que se encontraba bastante deteriorada.  Se planteó pasarla a que refinara 150 mil barriles día.

 

Se empezó la construcción prácticamente de una nueva refinería en Cartagena, la que existía no cumplía con las expectativas y Ecopetrol se vio obligada a construir, casi que por completo, una nueva y eso tuvo algunas consideraciones que valen tener en cuenta para entender todo el contexto de nuestro PMRB.

 

La refinería de Cartagena  apaga operaciones antes de lo previsto, por consiguiente deja de producir los 50 mil barriles que refinada al día.  Ecopetrol, para compensar lo que deja de producir Cartagena, se idea una estrategia.

 

PRIMERO: Se decide importar gasolina y otros derivados,   para esto se acondiciona la infraestructura de dos (2) puertos, el primero en Puerto Bahía de Cartagena para recibir 3.3 millones de barriles y en IMPALA (Barrancabermeja) para recibir 750.000 barriles de combustibles importados y luego distribuirlos por todo el país.

 

SEGUNDO: Se decide atrasar reparaciones y mantenimiento en la refinería de Barrancabermeja, se le pone trabajar a tope para poder cumplir con todas las demandas y exigencias que necesita Ecopetrol, eso con lleva al desgaste actual que tiene nuestra refinería.

 

La  construcción de  REFICAR demoró en el tiempo (como ya todos lo sabemos) y la exigencia  a  los equipos de la refinería de Barrancabermeja fue mucho mayor debido a que  toda la carga de crudos pesados y livianos la tuvo que soportar el CIB (Complejo Industrial de Barrancabermeja).

 

Pero  a  Ecopetrol  ‘le siguió gustando’  la importación de combustibles, fue un negocio de casi mil millones de dólares que a muchos políticos les empezó a ‘interesar’, algo que explica hoy la actual política petrolera de Empresa Colombiana de Petróleos.

 

Cuando  estalla  el  escándalo de  REFICAR  y  los  precios  del  petróleo  caen, Ecopetrol se ve sin flujo de caja para poder financiar el PMRB y decide suspender el proyecto.

 

En Cartagena los sobrecostos fueron muy altos, se alcanzaron a comprar equipos que venían para la refinería de Barrancabermeja  y  que ahora  están a la intemperie y  se oxidan en los patios de REFICAR.

 

En Barrancabermeja la noticia de la suspensión del proyecto fue muy negativa, sumado a la caída de los precios del petróleo que había obligado a muchas firmas petroleras a cerrar sus oficinas en la ciudad, se sumaba la negativa al PMRB.

 

Paradójicamente, Ecopetrol le había pedido a Barrancabermeja que ‘se prepara’ para el proyecto, muchos empresarios accedieron la solicitud de Ecopetrol y se prepararon para tal situación, incluso  muchos se endeudaron de para construir modernos y confortables edificios y otros invirtieron en nuevos almacenes y negocios.   La negativa al PMRB fue un duro golpe para la economía de la región.   A nadie se le ilusiona con un proyecto de 4.000 millones de dólares para después que le salgan con nada.

 

 

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Darío Echeverri Serrano, el actual alcalde de Barrancabermeja, lo reconocía en el año 2015  y  a  principios  de  2016  «que las posibilidades del PMRB eran casi nulas debido a los bajos precios del crudo en los mercados internacionales».

 

Para finales del 2016 y principios del 2017 la situación cambia, los precios del petróleo suben y adquieren una cierta estabilidad, Ecopetrol empieza a generar ganancias que para 2016 fueron de más de  10 billones de pesos  y  solo en lo corrido del año 2017 sus ganancias ya se sitúan en  900.000 millones de pesos.

 

Pero así como cambiaron los precios del crudo, también cambió la política de la empresa estatal.   Hoy debemos tener claro que para algunos ‘estamentos con poder’  la política de importar combustible les ha parecido ‘muy rentable’.   Para ellos refinar en Colombia no les parece tan importante y Ecopetrol decide cambiar su política y dedicarse a la exploración y   producción, dejando de lado la refinación de combustibles.

 

Hay que decir que el negocio de la refinación no es un mal negocio, ni es un negocio a la baja.   Una refinería optimizada es uno de los mejores negocios del mundo, pero para algunos ‘estamentos con poder’ en el país, la importación de gasolina les parece ‘más atractiva’.

 

El presupuesto de Ecopetrol para el 2017 —que está alrededor de los 3.800 millones de dólares—  hallamos que sólo 350 millones de dólares serán destinados al negocio de la refinación.

 

Ecopetrol aduce que «en los últimos 10 años se han invertido 4.000 millones de dólares en la refinería de Barrancabermeja», que si bien es cierto, en gran parte son por los mantenimientos y reparaciones que toda empresa necesita, sumando, incluso, la construcción de la Planta de Hidrotratamiento (HDT), pero aun así, el CIB sigue siendo una refinería de mediana conversión, que no se ajusta a la realidad de los crudos encontrados en los últimos yacimientos en Colombia y que según informes de la propia empresa las refinerías de mediana conversión en el mundo están destinadas a ser clausuradas.

 

 

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Cuesta creerle a Ecopetrol  la hipotética fecha de iniciación  en el año 2020 del PMRB— situación originada por los ya reiterados incumplimientos de la empresa en dicho  proyecto, sumado a la nueva política de ‘exploración y producción’ que deja en un segundo plano la refinación.  Además, que si el PMRB costaba 4.000 millones de dólares en el 2010, quizás para el 2020 cueste 15.000 millones de dólares o más.

 

 

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La refinería de Cartagena hoy en día es una refinería de alta conversión pero que se le cargan crudos livianos —por temores de la misma Ecopetrol— debido a la calidad de los equipos comprados y que han sido puestos al descubierto tras el escándalo de REFICAR.

 

El Complejo Industrial de Barrancabermeja (CIB) sigue siendo una refinería de mediana conversión pero todas las cargas pesadas le siguen llegando, esto acaba lentamente con la resistencia operativa de nuestra refinería.

 

La nuestra —la refinería de Barrancabermeja— hoy está siendo forzada, con daños estructurales.    Debido a la carga que opera  se le aplican paliativos,  este año se le invertirán 560.000 millones de pesos en reparaciones y mantenimiento atrasados, pero NO cambiará su naturaleza operativa y el proceso de deterioro seguirá de manera ineludible.

 

Varias plantas están paradas, o solo trabajan unos pocos meses como la de parafinas (sector petroquímico), muchas presentan constantes fallas y eso genera un alto riesgo de seguridad para los trabajadores.

 

Queda  claro que para la nueva política de Ecopetrol  la refinería de Barrancabermeja ya no es importante   y  no lo es debido a que algunos ‘estamentos con poder’ han puesto sus ojos en la importación de gasolina y quieren ‘adueñarse’ de dicho negocio.

 

No es descabellado afirmar que la refinería de Barrancabermeja va rumbo a ser ‘chatarrizada’, repito: Ecopetrol  afirma  que las refinerías de mediana conversión están destinadas al cierre.

 

Ahora sabiendo todo esto  vamos a la pregunta: — ¿es una cortina de humo la marcha del 17 de mayo?

 

El único sector que ha ‘politizado’ está marcha es la oposición, aquella oposición que apoya  el  proceso  revocatorio  y que tiene claro que Darío Echeverri —el actual alcalde de nuestra ciudad— es el único que se ha apersonado de la causa que también lidera  la Unión Sindical Obrera USO.  La oposición sabe que un logro positivo respecto al tema del PMRN llevaría al traste el proceso que ambiciona llevar a buen puerto, sobre todo porque conocen la constancia, la tenacidad y el empeño que el alcalde Darío Echeverri  le  pone  a  sus asuntos.

 

Es la oposición de Barrancabermeja la que en últimas no piensa en la ciudad.   Su odio enceguecido por el primer mandatario  los  lleva  hasta el colmo de negarle la posibilidad a los barranqueños de presionar ante Ecopetrol el inicio del proyecto PMRB, así sea en una primera fase.

 

Los opositores se basan en que Ecopetrol no tiene dinero,  en que es un proyecto costoso y que ya la empresa fijó fecha para el 2020.

 

 

La realidad es otra.

 

El inicio de una primera fase —como la construcción de la planta de Coke—  le costaría a la empresa 400 millones de dólares que generarían 1500 empleos para su construcción y montaje y ayudaría al tratamiento de crudos pesados, obteniendo combustible de alta calidad hoy apetecidos en el mercado internacional.   El actual flujo de caja le permitiría a Ecopetrol financiar la obra en una primera fase.

 

REFICAR dejó para Cartagena en materia laboral 22.000 empleos de manera directa y 65.000 empleos de forma indirecta,  una cifra nada despreciable para una ciudad como Barrancabermeja si el PMRB se hace realidad.

 

El impacto del PMRB en Barrancabermeja su totalidad le puede generar a la ciudad la nada despreciable cifra de 30.000 empleos entre directos, tercerizados  e indirectos, con una media de salario entre 3 a 4 millones de pesos en puestos directos.   Además de un aumento en casi 100.000 millones de pesos por concepto de impuesto de industria comercio y complementarios, porque los activos aumentarían (el proyecto contempla la construcción  de 7 plantas).

 

Adicional de eso, el PIB (Producto Interno Bruto) de la nación aumentaría en casi 3.5 puntos porcentuales, dejaría unos 200 puestos de nómina y un promedio de 8 mil a 10 mil empleos utilizados posteriormente para su mantenimiento y reparación una vez culminado el proyecto.

 

Ningún otro proyecto puede mejorar tanto la situación económica del municipio como el PMRB.

 

El mundo va para la sustitución de energías provenientes de combustibles fósiles a energías más limpias, el petróleo no durará toda la vida, pero para trasladar la dependencia que tiene la ciudad con Ecopetrol a otros sectores de la economía productiva se necesita tiempo y dinero.

 

La propia Unión Sindical Obrera (USO) sabe  que  la mano de obra en la ciudad en su mayoría está hecha para la industria petrolera y cambiar esa realidad se necesita tiempo, por lo que desde ya plantea capacitar a las nuevas generaciones bajo esa perspectiva.

 

Como si fuera poco, en este momento el Complejo Industrial de Barrancabermeja (CIB) produce más contaminantes que afectan nuestro medio ambiente que antes.  No olvidemos que nuestra refinería es de mediana conversión, trabajando con crudos pesados, por lo que la emisión de contaminantes es mayor y muchos de los productos no terminan de utilizarse al máximo.  El  PMRB mejoraría estos índices de contaminación a favor de nuestro medio ambiente.

 

Un pequeño ejemplo de lo anterior está en la captación de agua de la Ciénega San Silvestre.  Hoy esa cifra se sitúa en 47 litros por segundo, con el PMRB esa cifra descendería  a solo unos 12 litros por segundo, una disminución muy considerable.

 

Solamente la refinería de  Barrancabermeja representa el 60 % de la industria en Santander,  la primera fase del PMRB (la planta de Coke) cuesta el equivalente a 2 años de presupuesto del municipio de nuestra ciudad.

 

Algunos ‘opositores’ expresan de manera ‘alegre’ que esta capacidad enorme de generar empleo del PMRB puede ser reemplazada de forma sencilla con proyectos financiados por la Alcaldía Municipal para generar de empleo, cosa que es totalmente falsa.   Nuestro municipio NO tiene la capacidad económica gigantesca que tiene la Empresa Colombiana de Petróleos, Ecopetrol.

 

En conclusión, la marcha del 17 por el PMRB apalancada por el alcalde de Barrancabermeja, Darío Echeverri Serrano, no es más que el apoyo que siempre necesitó la Unión Sindical Obrera para su lucha por lograr la Modernización de la Refinería para la ciudad.     Jamás alcalde alguno apoyó con tanta fuerza dicha iniciativa porque no es más que la suma de la sociedad civil barranqueña a esta necesidad.

 

La marcha del 17 de mayo es la negativa que todos los barranqueños debemos darle a esa Política de Importación de Combustibles que puede llevar al abandono y caída en desuso de la refinería de Barrancabermeja.   Darío  Echeverri  lo sabe.   Sus años como dirigente gremial de la Cámara de Comercio le dieron el conocimiento para saber que el proyecto podría partir la historia del municipio en un antes y después del PMRB.

 

No es cuento, no es chisme, es la realidad pura y dura: Barrancabermeja necesita del PMRB si quiere subsistir en el tiempo.

 

Es  mezquino  e irresponsable —que sabiendo la realidad del complejo— algunos quieran ‘politizar’ la marcha solo por el miedo a que sus intereses políticos se vean afectados con  una gestión positiva para  la iniciación del proyecto, así sea en una primera fase.

 

Este 17 de mayo salgamos a las calles  a hacernos sentir,  a decirle al gobierno central no más olvido, no más engaños.

 

Si no hay PMRB, será el fin de nuestra refinería.

 

 

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JAIRO ANDRÉS AMAYA GARCÍA es un habitual columnista de BARRANCABERMEJA VIRTUAL.   Puede ser contactado en el correo electrónico:  [email protected]

 

 

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