Inicio Benito Guerra ¿Periodista extorsionador o un alcalde sobornador?

¿Periodista extorsionador o un alcalde sobornador?

Por:  Rosberg Perilla Pérez.

 

Este es un mensaje URGENTE para el señor Director Seccional de Fiscalías en Santander.

El 24 de marzo del año 2011 ocurrió algo que nadie esperaba. El periodista Diego Waldrón Guerrero, identificado con la cédula de ciudadanía # 91.246.819 expedida en Bucaramanga instauró un denuncio penal contra el entonces ex alcalde de Barrancabermeja, Elkin David Bueno Altahona, por los presuntos delitos de enriquecimiento ilícito y concierto para delinquir, derivados, según la denuncia, por las relaciones de Bueno Altahona con grupos paramilitares que le ayudaron a financiar varias de sus actividades políticas en los últimos años.

 

La denuncia del periodista era extremadamente grave, debido a que la parapolítica es el nombre con el que se conoce al escándalo político desatado en Colombia a partir del año 2006 por la revelación de los vínculos de políticos con paramilitares llamados AUC Autodefensas Unidas de Colombia, grupos armados ilegales de extrema derecha que están generalmente ligados al narcotráfico y a los que se les acusa de masacres, asesinatos selectivos, desplazamiento forzado, entre otras acciones criminales, con el objetivo de extender su poder en el territorio nacional.

 

Según Waldrón, un sujeto de nombre José Alirio Zafra, conocido en el bajo mundo de la delincuencia con el alias Cote o don Antonio, uno de los 20 hombres más buscados por la Policía Nacional en la región y quien se desempeñaba como Jefe de Finanzas de las AUC en el Magdalena Medio, «mantenía una estrecha relación política y de amistad con Bueno Altahona que se traducía en apoyo económico y logístico a sus campañas electorales».

 

Para demostrar la contundencia de sus gravísimas imputaciones, el periodista Diego Waldrón, no solo aportó una fotografía en la que aparece Bueno Altahona con alias Cote sino que además en el punto # 10 de su denuncia afirma anexar «todo el material fotográfico y los artículos periodísticos que se han hecho a través del periódico Centinela y Revista Gente», (medios de comunicación de su propiedad), situación que evidenciaba, si nos atenemos a lo que decía Waldrón, que las graves imputaciones se venían haciendo desde varios años atrás.

 

Incluso, Waldrón, desesperado por hacer conocer el caso a las autoridades, advierte que en la Fiscalía de Barrancabermeja «nunca le escucharon y que las páginas de sus periódicos solo servían para limpiar los vidrios y cristales de las puertas y ventanas del ente acusador» (sic).

 

Quizás, pienso yo, para que la denuncia fuera más efectiva y se hiciera pronto justicia, el periodista Waldrón instauró la demanda directamente en Bogotá ante el despacho de la entonces Fiscal General de la Nación, Vivianne Morales Hoyos. (VER COPIA DE LA DEMANDA PENAL AQUI).

 

El 2 de abril de 2011, es decir 11 días después de formulada la denuncia, una funcionaria de la Fiscalía General de la Nación, la doctora, IRMA CELENY BUITRAGO VALENCIA le informa al periodista Diego Waldrón que al denuncio se le corrió traslado a la Dirección Seccional de Fiscalías en Bucaramanga, actualmente dirigida por el doctor JOHN WILLIAM SOTOMONTE RODRIGUEZ. (VER COPIA DE LA CARTA).

 

Comenzaba ya la campaña electoral del 2011 y no cabía la menor duda que estábamos frente a un hecho extremadamente grave por varias razones.

 

LA PRIMERA porque el periodista Diego Waldron, el denunciante, no era un novato inexperto aparecido de la noche a la mañana, por el contrario, estábamos frente a un avezado comunicador social con varios años de experiencia, ex corresponsal del periódico El Tiempo en Barrancabermeja.

 

LA SEGUNDA porque faltando pocos meses para el debate electoral en octubre de 2011, las diferentes encuestas ya perfilaban a Bueno Altahona como el favorito para ganar las elecciones, por lo que la sombra de un denuncio penal despertaba, no solo incertidumbre entre los electores, sino una gran preocupación entre su militancia.

 

 

Las cosas comenzaon a cambiar … y de que manera.

 

Con el correr de los días, contrario a lo que todos pensábamos, Diego Waldrón, tradicionalmente soberbio y contestatario con la corrupción de los políticos, inexplicablemente bajó la guardia, situación que a muchos nos sorprendió y que claramente pudimos comprobar faltando pocos días para las elecciones de octubre de 2011, cuando procuró desmentir a algunos medios de comunicación que hacían cubrimiento de su denuncia penal ante la Fiscalía.

 

La sospecha más grande se hizo sentir cuando Waldrón se dirigió a los barranqueños desde la propia sede política del propio candidato Bueno Altahona (al que semanas antes había acusado de parapolítico) y sus «aclaraciones», por supuesto, fueron utilizadas por la misma campaña para defenderse.

 

Algo raro había sucedido y la prueba quedó filmada en este video.  (VER VIDEO)

 

 

Una millonaria suma de contratos, al parecer, hicieron cambiar a Waldron.

 

Sin embargo, lo peor estaba por llegar, porque el alcalde de Barrancabermeja Elkin Bueno Altahona, ya como mandatario electo de los barranqueños, lejos de guardar distancia con Waldrón y permitir que fueran las autoridades las que investigaran la gravedad de las denuncias formuladas por el periodista, (así habría obrado cualquier gobernante decente), por el contrario, comenzó con toda una orquestada conspiración buscando un objetivo que no era otro que el de «torcerle el pescuezo» a la demanda, ofreciéndole a Diego Waldron, por cuenta del poder que emana como primer autoridad y máximo ordenador del gasto en el Municipio de Barrancabermeja, una millonaria contratación por prestación de servicios profesionales como comunicador social.

 

En cualquier parte del mundo esto generaría un gran escándalo.

 

El 28 de junio de 2012, Waldrón firma un Contrato con el INDERBA por Prestación de Servicios Profesionales o Apoyo a la Gestión identificado como el # 152 por valor de $ 9 millones de pesos por 3 meses.   Se trata de un contrato de 8 páginas, firmado por Orlando Russo Díaz, subalterno del alcalde, Elkin Bueno Altahona quien es el presidente de la Junta Directiva del INDERBA.    En ese contrato Waldrón presta sus servicios profesionales en las Escuelas de Formación Deportiva «para realizar MONITOREO de los programas Misionales del Instituto y su socialización con la comunidad». (HAGA CLICK AQUI Y VEA CONTRATO DEL INDERBA)

 

Pero … Oh sorpresa … apenas un mes después de haber firmado el contrato millonario con el INDERBA, el Alcalde de Barrancabermeja, Elkin Bueno Altahona, autoriza por intermedio de su Secretario General, el doctor Juan Carlos Espinosa Vargas, firmarle otro contrato al periodista, Diego Waldrón, con fecha 26 de Julio de 2012 por un lapso de tiempo de 5 meses (es decir hasta diciembre de 2012) por valor de $ 19 millones de pesos, para «apoyar y gestionar las comunicaciones concernientes a la difusión y promoción de programas de la oficina asesora de prensa, comunicaciones y protocolo del Municipio de Barrancabermeja». (HAGA CLICK AQUI Y VEA CONTRATO POR $ 19 MILLONES DE PESOS)

 

Y para cerrar “con broche de oro”, el 1 de febrero de 2013, Waldrón firma otro Contrato directamente con la Alcaldía.

Municipal de Barrancabermeja, por $ 36 millones de pesos, por intermedio del Secretario General de la Alcaldía, Juan Carlos Espinosa Vargas, para «apoyar y gestionar las comunicaciones concernientes a la difusión y promoción de programas de la oficina asesora de prensa, comunicaciones y protocolo del Municipio de Barrancabermeja». (HAGA CLICK AQUI Y VEA CONTRATO POR $ 36 MILLONES DE PESOS).

 

Estos documentos confirman que el alcalde de Barrancabermeja, Elkin Bueno, suscribió con Diego Waldrón, el mismo periodista que lo había demandado por parapolítico y enriquecimiento ilícito, más de $ 60 millones de pesos en contratos que dejan abierta la posibilidad de una violación de la ley penal, o por parte del Alcalde o por parte del periodista.

 

Doctor John William Sotomonte, usted tiene la palabra.

 

Los hechos relatados anteriormente transgreden la legislación Penal Colombiana, particularmente el Título de los delitos contra la EFICAZ Y RECTA IMPARTICIÓN DE JUSTICIA, pues por una parte si el señor DIEGO WALDRÓN, efectivamente denunció ante la Fiscalía General de la Nación a el Señor ELKIN DAVID BUENO ALTAHONA y ahora pretende decir que, “NO lo hizo”, o que lo que dijo “NO es cierto”, su comportamiento encuadraría en el delito de FALSA DENUNCIA EN PERSONA DETERMINADA tipificado en el artículo 436 de la ley 599 de 2000, retractación que tendría «alguna motivación» y seguramente fue la serie de contrataciones directas con las que ha sido favorecido por la Alcaldía de Barrancabermeja encabezada por el señor ELKIN DAVID BUENO ALTAHONA, quien describiría el comportamiento descrito en el artículo 444ª de la Ley 599 de 2000 tipificado como SOBORNO EN LA ACTUACIÓN PENAL, en concurso con el delito de INTERES INDEBIDO EN LA CELEBRACIÓN DE CONTRATOS Y/O VIOLACIÓN DEL RÉGIMEN LEGAL O CONSTITUCIONAL DE INHABILIDADES E INCOMPATIBILIDADES, descrito en los artículos 408 y 409 de la ley 599 de 2000.

 

El comportamiento descrito anteriormente en la persona del funcionario público, Elkin David Bueno Altahona, desconoce también el artículo 38 numeral 1 de la ley 617 de 2000 que habla de las incompatibilidades de los Alcaldes Municipales, por lo que también deben ser de conocimiento del doctor, Alejandro Ordoñez Maldonado, Procurador General de la Nación.

 

Doctor John William Sotomonte, usted tiene la palabra.

 

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ROSBERG PERILLA PEREZ es un habitual columnista de BARRANCABERMEJA VIRTUAL que puede ser ubicado en el correo electrónico: [email protected] o en el celular 311­208­3387.

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