El delito no tiene nacionalidad
La nacionalidad de un delincuente no debería ser el factor principal a considerar al analizar las razones detrás del delito.
La nacionalidad de un delincuente no debería ser el factor principal a considerar al analizar las razones detrás del delito.
No se deje confundir de los grandes medios de comunicación que quieren «hacer ver» que el problema se debe a un enfrentamiento entre el Presidente de la República y el Fiscal General de la Nación.
Cuando los medios de comunicación abandonan el rigor, venden ética profesional y abogan por una agenda política, pueden ocurrir varias consecuencias preocupantes. Estas consecuencias pueden tener un impacto significativo en el periodismo y la sociedad en su conjunto
En los anales del crimen, hay ocasiones en las que el verdadero foco de atención no radica en quién se lleva el botín, sino en cómo se siente el principal sospechoso del robo y la persecución a la que son sometidos todos aquellos que, mediante mecanismos legales, investigan los hechos.
Hay que ser cauteloso al tratar de leer medios tradicionales que están abiertamente en guerra con la verdad, que rompen reglas y normas para perseguir sus propios intereses por encima de todo.
En el ámbito del rock ‘n’ roll, pocas bandas han dejado una marca indeleble tan profunda y duradera como KISS. Mientras celebramos sus notables 50 años de compromiso inquebrantable y contribuciones históricas, es lógico expresar un profundo sentimiento de gratitud a este grupo icónico que revolucionó la escena musical.
La capacidad de identificarnos con lo que el otro siente o piensa y compartir sus sentimientos y emociones es conocida como empatía.
El Pacto Histórico logró sacar a estos personajes de sus poltronas, de su tranquilas vidas con millonarias pensiones, desestabilizar el castillo de corrupción construido durante décadas, de sus fechorías cubiertas por fiscales, contralores y procuradores amañados.