Entiendo que la ministra Griselda Restrepo llegó en un momento muy difícil. La primavera de protestas del mes de junio, la negociación colectiva con los empleados públicos, el paro de maestros y el de los trabajadores del mismo Ministerio del Trabajo.
Sí, mucha convulsión. Entiendo que tanta protesta no le ha permitido conformar su propio equipo de trabajo, entre otras cosas, para que el Partido Liberal retome el control del ministerio. Pero ya van a ser dos meses de su posesión y no se han conocido iniciativas que, desde lo laboral, contribuyan a la paz duradera y estable que reclama el pueblo colombiano y de la que tanto habla el gobierno Santos.
La semana pasada asistimos muchos al II Encuentro de Seguimiento a la Implementación de los Acuerdos de Paz convocado por Común Acuerdo y la Corporación Viva La Ciudadanía, allí se realizó un balance del cumplimiento y desarrollo de los acuerdos, de sus tropiezos, sus muchos desafíos y sobre todo de las esperanzas que la sociedad civil colombiana y la comunidad internacional tienen en su cumplimiento.
Los tiempos corren en nuestra contra. Las facultades especiales al presidente se agotan, igual que el fast track y la posibilidad de que se implementen los temas laborales que hacen parte del acuerdo directamente o por conexidad, se van diluyendo.
Tenemos una enorme esperanza en la formalización laboral de más de 7 millones de trabajadores del campo. Que no solo puedan tener acceso a un contrato de trabajo y a la seguridad social, sino que puedan asociarse y negociar colectivamente. Que tengan también derecho de huelga.
También tenemos la esperanza de que la ministra se empodere de la agenda laboral para la paz que alcanzó a proponer la ministra saliente. Sobre eso no hemos tenido el más mínimo pronunciamiento de la Dra. Griselda. No sabemos si está interesada en la negociación colectiva por rama, en la eliminación de los pactos colectivos donde hay sindicatos, en la representatividad sindical, en el trabajo decente y en la ratificación de varios convenios internacionales de OIT necesarios para la modernización de las relaciones laborales en el país.
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Necesitamos señora ministra que salga del anonimato. Que se reúna con las centrales, con los sindicatos. Que nos diga (al menos para saber a qué atenernos) si estará con la agenda que desde lo laboral puede incidir en la paz o si guardará silencio durante todo este año en el que estará en el gobierno.
Ya pasó la convulsión laboral. Ya se acabó la huelga de los maestros, de los trabajadores del ministerio, de los empleados públicos. Hay muchos acuerdos por cumplir, entre esos, el de participación en política de los empleados públicos y los trabajadores oficiales del país. Lograr la ratificación de convenios como el 135 de OIT que servirá sin duda para que los sindicatos se fortalezcan, crezcan y hagan procesos de unidad sindical sin temor a perder fueros sindicales o sufrir la persecución de sus empleadores. Necesitamos que esos acuerdos se cumplan y su cartera debe, no solo ser garante, sino actor principal.
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Necesitamos saber señora ministra, ¿Qué va a pasar con el tema de tercerización laboral en Colombia?
Los empresarios piden la derogatoria del artículo 63 de la ley 1429 de 2010 que es lo único que hoy permite, de manera parcial, contener la tercerización desbordada e ilegal. Le pedimos que se siga combatiendo ese fenómeno que sin duda precariza las condiciones de vida de los trabajadores y desconoce uno de los principios más prometedores de la Constitución de 1991: La estabilidad en el empleo.
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Los trabajadores queremos saber si en el marco de la implementación de los acuerdos usted defenderá el proyecto de ley estatutaria de garantías para los movimientos sociales que hace parte del acuerdo final para la terminación del conflicto armado. Allí, luego de una deliberación nacional, pudimos concluir que los sindicatos, que hacemos parte de las organizaciones sociales (sin duda), requerimos la modernización de las relaciones laborales, sindicatos fuertes, dialogo social productivo y derecho a la huelga, así como el derecho a la protesta que bien ha venido respaldando hasta ahora la Corte Constitucional al dejar sin efecto legal algunas normas del reciente Código de Policía.
Así las cosas, respetada Doctora Griselda, por favor háblenos, díganos si podemos encontrar en usted una ministra de puertas abiertas y si más allá de sanciones (que en la mayoría de ocasiones no pagan las empresas) está dispuesta a contribuir a verdaderas transformaciones sociales y laborales en favor de los trabajadores de este país tan desigual.
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EDWIN PALMA EGEA es un habitual columnista de BARRANCABERMEJA VIRTUAL. Puede ser contactado en el correo electrónico: [email protected] Consulte el Blog de Edwin Palma en: http://laboralistapalma.blogspot.com/