Inicio Dario Echeverry Jr El Instituto de la Transición Energética – Por: Darío Echeverry Jr

El Instituto de la Transición Energética – Por: Darío Echeverry Jr

Barrancabermeja debe empezar a buscar alternativas para el futuro de la refinería, y la reconversión industrial orientada hacia la transición energética es el camino a seguir.

El Instituto de la Transición Energética – Por: Darío Echeverry Jr

Hace unos años se creó el Instituto Colombiano del Petróleo – ICP – en un lugar lejano de los pozos petroleros y de las refinerías, un capricho político que no ha sido corregido por la tecnocracia.

Ese centro de investigación científico viene apoyando la labor de Ecopetrol en sus procesos de exploración, explotación, producción y refinación de petróleo y gas.

Esta entidad podría ser un ejemplo para que en el marco de las nuevas realidades ambientales y políticas se cree una nueva entidad que se encargue de guiar desde la investigación científica y la innovación tecnológica el proceso de transición energética que debe hacer el país.

La realidad es que la industria petrolera tiene un fin próximo pues depende de un recurso no renovable, el petróleo y el gas, que se viene explotando agresivamente y se va a agotar en el término de dos o tres décadas.

Además, el consumo de petróleo y gas, así como sus derivados, ha dejado terribles consecuencias ambientales que han desencadenado efectos climáticos que deben ser detenidos y reparados.

En este contexto un Instituto de la Transición Energética sería la respuesta seria del Estado para avanzar en este proceso, y Barrancabermeja sería el lugar más adecuado para ubicar esta entidad.

No solo por su ubicación geográfica, con vías, rio Magdalena, aeropuerto, cercanía a los principales núcleos urbanos del país, si no también por su vocación e infraestructura industrial y el contexto regional agroindustrial.

El futuro de la refinería de Barrancabermeja está en la reconversión industrial que transforme esta factoría de producir derivados de hidrocarburos a producir hidrogeno, además también a transformar aceite de palma (que se cultiva masivamente en la región) en insumos para la industria farmacéutica, sanitaria, medica, entre otras.

Desperdiciar miles de millones de dólares invertidos en la refinería de Barrancabermeja seria no solo un daño fiscal a la nación sino también un desperdicio para la generación de riqueza para el país.

En ese propósito una entidad científica y tecnológica que lidere ese proceso de transición, usando la refinería de Barrancabermeja como sujeto de investigación y de aplicación de los desarrollos científicos, sería un gran aporte y un aprovechamiento sensato de los recursos para el beneficio de la nación.

La refinería podría ser un gran laboratorio de investigación y aplicación científico que serviría para aplicar sus resultados en otros lugares de país.

Para no caer en el error del ICP, donde intereses políticos particulares primaron sobre los criterios técnicos, se hace necesario que se empiece a discutir el tema y que sean los líderes políticos, la alcaldía distrital, la academia, y los gremios económicos, sindicales y sociales de Barrancabermeja los que empiecen a revisar y analizar una idea para convertirla en una propuesta para gestionarla ante el gobierno nacional, aprovechando que el presidente de la repúblicaha establecido como prioridad avanzar en la transición energética.

Barrancabermeja debe empezar a buscar alternativas para el futuro de la refinería, y la reconversión industrial orientada hacia la transición energética es el camino a seguir.


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